Bue, llegué ayer de mi viaje. Como estaba muy cansada me puse un poco al día y me olvidé de escribir las entradas de que estoy de vuelta.

El carnaval fue... pues divertido. Ya saben, objetificación extrema de mujeres hermosas con muchas plumas. Entre los cientos de personas que fueron parte del espectáculo, solo 3 eran hombres en bolas que servían para deleitar al público femenino (yo sólo vi a uno, mi hermana me dijo que hubo 2 más la segunda noche). Muy bellos por cierto.

En fin, la segunda noche del carnaval ya no fui porque estaba algo cansada de que me toquen el culo (lo de siempre, como soy mujer soy objeto) y la espuma me dejaba ciega*, así que me quedé en el hotel a leer El Anticristo de Nietzsche (seguro que te interesará eso, Mako) que me prestó danly (no soy la persona más divertida del mundo). Me terminé quedando dormida, pero bue: Nietzche tiene excelentes puntos sobre el cristianismo, aunque su extremo elitismo y lo mucho que parece adorar la selección natural me perturban (ni hablar del sexismo, ese solo me molesta). Aunque definitivamente creo que lo que infuenció a Hitler fue una interpretación literal (y mala) de las obras de Nietzsche. De verdad no me parece que hubiese sido un filósofo tan respetado si de verdad tenía ideas que promovían el Holocausto. Tema delicado, por supuesto. No puedo hablar de esto trivializándolo en una entrada sober el carnaval, y habiendo leído solo las primeras páginas de una de sus obras.

Mi hermana hace un particularmente gracioso (y algo triste) espectáculo borracha: durmió cubierta de espuma y semi-desnuda después de un intento fallido de bañarse. Le sentimos lástima así que no sacamos fotos. Nos arrepentimos al día siguiente.

Todavía estoy cansada porque fue un largo viaje. Ah, tengo herpes labial también. :(

*"Nieve de Carnaval": una especie de espuma en aerosol. De hecho eso fue lo más divertido para mí. Un nene de como 11 años y yo pasamos toda la noche en guerra con el aerosol, usando estrategias impresionantes y dignas de Death Note (éramos dos mentes maestras de la espuma). Yo gané. Mi amiga inmovilizó al niño mientras yo le llenaba la cara de espuma (ya sé que piensan que soy una persona horrible; pero él me tomaba desprevenida, o cuando se me había acabado la espuma. Y él empezó!).