la_vie_noire: (Stop with the idiocy)
la_vie_noire ([personal profile] la_vie_noire) wrote2010-06-04 08:56 pm

Y esto es psiquiatría de hoy en día, muy... objetiva. Y nada asqueante. Ni irrisoria

Buscando información en español sobre ciertos asuntos psiquiátricos me encontré con la página del Dr. Hugo Marietan, psiquiatra recibido en la UBA, y dije, "wow, responde cartas, que genial," hasta que leí un artículo escrito por él: Psicopatías e histeria. Y me dije muy ilusamente: ah, bueno, seguro el término Histeria lo usará para hablar de como eso no existe (y haciendo una búsqueda rápida en google uno puede ver como clínicamente, aunque ya no se usa oficialmente, no está ni mal visto pero para nada). Mi horror es que no solamente usa la definición arcaica y sexista del término, mi horror es en las historias que cuenta:

Cuando comencé a hacer mis primeras armas en medicina como practicante, aún estudiante, la histeria era algo realmente molesto para los clínicos. Y a tal punto que cuando llegaba un caso de histeria el Jefe de Guardia, decía “- ¿Quién es el último que entró a la Guardia? Que se ocupe así nosotros no perdemos tiempo con esto y nos ocupamos de los casos ‘en serio’”. Recuerdo a una chica llegando semiparalizada en brazos de su padre, con la madre, el novio, alguna tía y otros familiares angustiados acompañando el cuadro que semejaba más al de una opereta que al de una emergencia. La pobre histérica caía así en manos del más inexperto de la guardia, por aquellos tiempos llamado el ‘perro’ por haber sido el último en llegar, y que tenía la siguiente instrucción: a) sacarle el público, b) hacerle parloterápia, quedarse con ella y hablarle hasta que se le pase.

El Jefe de Clínica Medica de donde hacía la Unidad Hospitalaria tenía su remedio para la histeria, decía “- Cuando tengan una paciente histérica, busquen el analgésico intramuscular más doloroso e inyéctenle en la nalga a presión, de esa manera verán como deja de ocuparles el tiempo y pueden dedicarse a lo suyo”. El se consideraba a sí mismo benévolo “- Yo soy mucho más suave que mis maestros, ellos me enseñaron que había que apretar los pezones para sacarla de la crisis”.


No solo vemos el aspecto misógino y de género en "histeria" ("cuando venga una paciente"), sino también vemos que el abuso sexual y maltrato a pacientes "histéricas" que está no solo no mal visto sino fomentado. (No, el hombre no desaprueba para nada en lo que sigue de su artículo algo de esto.) Esto es profesionalismo, digo, ¿no hay algo que habla la ética sobre esa actitud condescendiente, paternalista y de burla hacia sus pacientes o qué se yo? (Y el médico que se ve en su santo derecho de apretarle los pezones a una paciente porque la ve "histérica". No es abuso sexual, ni feas dinámicas de poder, ni nada.)

Pero lo peor está por venir:

La idea de la solución de las crisis histéricas en relación a un quehacer con lo genital es algo que siempre estuvo presente, incluso fuera del modelo médico, lo mismo que la idea que la histeria está relacionada con un déficit de satisfacción sexual.


Sí. No os jodo. Esto lo dice él. Sí, esto que Freud decía hace 50 años, sigue vigente para algunos médicos.

Una noche, cerca de las dos de la madrugada, tocan el timbre de mi domicilio y al abrir me encuentro con el clásico cuadro: la hija aupada en brazos de su padre, y apretujados a su alrededor, muy afligidos, el novio, la madre, la hermana. Entran y el padre deposita con mucho cuidado a la joven de 17 años en la camilla del consultorio. Ella le sostiene la mano y no lo deja retirarse sino tras algo de resistencia. Ya a solas con ella me llamó la atención la forma de hablar como si fuese una nenita de cuatro años, y usando no solo el tono sino también la escasez de vocabulario propio de esa edad. Gesticulaba y movía su cuerpo como el de una niña contrastando con el desarrollo corporal de su edad actual. Le hable largo rato mientras como al pasar me cercioraba que sus signos vitales y motrices estuviesen normales. Ella siguió en su “personaje” de niña desvalida y átona, hasta que, para mi sorpresa pidió ir al baño, se lo permití y con gran soltura y seguridad se incorporó de la camilla y fue al baño. Pedí a la madre que hiciera una vigilancia discreta mientras yo hablaba a solas con el novio. Habían estado en uno de los bancos de una plaza de Quilmes, era una noche cálida. El contaba que, habitualmente, sus mimos llegaban hasta cierto límite que ella imponía, pero esa noche estaba más suelta y pudieron avanzar mucho más, y que cuando comenzó a aflojarle la ropa para coronar la noche escuchó, con cierto espanto, que una voz de nenita le decía: “no te potes mal con la nenita, nene malo”. Creyó al principio que era una broma, pero la cosa fue de mal en peor hasta que terminaron en el consultorio. Cerca de las cuatro se retiraron todos, ella recuperada. En el momento que debía dar el paso hacía la mujer, esa joven decidió esperar detrás de su nenita.


¿Se pueden imaginar? Una chica que quién sabe que estaría haciendo para protegerse viene a parar con semejante médico que no solo es increíblemente condescendiente con ella, sino que dice cosas como "en el momento que debía dar el paso hacía la mujer, esa joven decidió esperar detrás de su nenita". Nótese la dicotomía entre "mujer" y "nenita". "Dar paso hacia la mujer" es iniciarse sexualmente según este psiquiatra, por lo tanto el género, la mujer adulta como siempre estará definida por su sexualidad (heterosexual por supuesto).

En nuestra práctica profesional nos enfrentamos con varias tipos de manifestaciones histéricas: aquella en la que lo preeminente es la dramatización, es el caso de la histérica que comienza narrando qué le pasa con su esposo, por ejemplo, y se deja llevar por el personaje y poco a poco nos va convirtiendo en su esposo hasta que terminamos por vernos insultados en nuestro propio consultorio por una mujer furiosa. Aquella otra que es seductora y graciosa, la gracia es la armonía de los gestos, es el caso de la histérica que arma y adorna todo su discurso con la gracia de una buena actriz; sabe que lo hace bien y disfruta de tener un espectador donde desarrollar su histrionismo y seducción. Y aquella que presenta una artificialidad muy marcada pero carente de gracia y que no logra agradar a su espectador ocasional.


Otra vez, la feminización de la histeria, y la sexualización de sus pacientes. Una mujer que "ataca al psiquiatra que ve como esposo" o una "seductora." Las mujeres discapacitadas, con algún problema son tratadas de esta forma por médicos. No son seres humanos, son arquetipos, una cosa hipersexual e histriónica, o una esposa "dominante y maltratadora" que ataca al pobre médico por su odio al marido.

Esto es una gran caricatura.

Se desprende también de la práctica profesional un rasgo de inevitable presencia, la histérica demanda, los derechos son suyos, las obligaciones son de los demás para con ella y deben ser cumplidas como y cuando lo requiere. No es retributiva. Pide, abusa, tiraniza, siempre quiere más: “contentada nunca, conforme jamás”.


¿Necesito decir algo? La Histérica.

Se trata de una paciente de unos 45 años que tuvo una parálisis de su hemicuerpo. Ella me comenta “Yo estaba sentada porque no podía moverme, y veía que todos mis familiares estaban alrededor mío con una gran angustia, y yo trataba de decirles que no se preocuparan, que estaba todo bien, que estaba tranquila, no lo podía decir porque tenía problemas para articular, pero yo me sentía bien y para mí estaban exagerando”. Médico, internación, exámenes. Tenía un coágulo en la zona occipito-parietal derecha que le daba la hemiparesia. El caso presentaba las características de una bella indiferencia y era un cuadro orgánico neto.


Dios me libre. La mujer tenía un coágulo, pero su tranquilidad era por supuesto "histeria", porque una mujer haciendo cualquier cosa es histeria. Si se ponía nerviosa era histeria. Si está tranquila también es histeria!

Y las características de la histeria:

- curiosidad

- chismografía

- fantasía [...]

- sensibilidad

- representaciones hipocondríacas

- tendencia a las escenas

- tendencia al romanticismo

Aschaffenburg

- extraña mezcla de frialdad y entusiasmo, de amabilidad y hostilidad

[...] Es de destacar que lo que ya se planteaba por el año 1900 sobre pacientes histéricos puede encontrarse en diversos criterios asimilables a la histeria presentes en el DSM IV y poseen absoluta vigencia ateniéndonos a la práctica clínica cotidiana.


Aparentemente, cualquier mujer que... sea humana será "histérica" en algún momento de su vida. Porque recordemos que es un término muy ligado al género. Y. Nótese la vigencia. Palabra clave para este hombre.

Dentro de las psicopatías relacionadas con la histeria es posible distinguir los fantasiosos puros, la pseudología fantástica o mitomanía, como algunos la llaman, y los farsantes.

Los fantasiosos puros, Schneider los llama fantásticos aunque a mi parecer se ajusta mejor la nominación fantasiosos puros, son los ensoñadores, aquellos que están siempre imaginando cosas, ensoñados, idos, un poco distraídos, olvidadizos, siempre muy introvertidos y en su mundo, soñando despiertos y tratando de que el mundo de la fantasía los salve del mundo real.


Otra vez, no jodo. Esto lo dice el hombre. Adoro la patologización de todo.

La proporción de casos de pseudología fantástica es de tres hombres a una mujer, a diferencia de la neurosis histérica donde es de común conocimiento la enorme proporción de mujeres respecto de hombres


"Es de común conocimiento". Esto es ciencia y el resto son tonterías. La base es "el común conocimiento". Ah, cuantos estudios siguiendo el método científico se habrán hecho al respecto. "Es de común conocimiento que una pseudoenfermedad que se atribuyó a mujeres de clase alta debido a la asquerosa misoginia de un siglo atrás sea en la actualidad atribuida a un enorme número de mujeres con respecto a hombres".

Esta es la psiquiatría que se practica y es "vigente" en muchos lugares. Dios sabe que mis pensamientos están con esos pacientes.

Pues bien, mi reacción al encontrar esta página es "histeria" porque primero tuve la ilusión de que sería algo serio, pero al encontrarme con semejante mierda tuve la reacción contraria, liberando así mis instintos sexuales en forma de rabia hacia el pobre médico.

Y aclaremos esto, la "Histeria" es un concepto que surgió en los comienzos de 1900 en la medicina occidental debido a que la sexualidad de cierto grupo de mujeres se veía como patológica. A preguntarse.

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