la_vie_noire | (no subject)

Título: El tiempo nos ha esperado.
Fandom: Shoujo Kakumei Utena
Personajes: Utena+Wakaba.
Rating: G.
Notas: Para Fu por su cumpleaños que quería fluffy feelings de Utena y Wakaba. ¡Ten!

-Vaya. Creí que nunca te volvería a ver. Supongo que te subestimé.

Wakaba rió. Utena tenia razón, la subestimó.

-Pensaba -respondió Wakaba, la emoción y el nerviosismo de cuando cruzó la puerta todavía mezclándose en su estómago-, pensaba que serías tan diferente que no podría reconocerte. Pensaba que ni siquieras me recordarías. Pero supuse que no perdería nada intentándolo.

Utena se volteó a mirarla desde donde preparaba el té. Se veía conmovida, y algo ofendida. Bueno, pensó Wakaba, ella solo era honesta.

-Me sorprende que tú me recuerdes -dijo Utena, volteando nuevamente hacia las tazas de té.

-Ah. Allá. Sentía como que me faltaba algo, ¿conoces esa sensación? Intenté baloncesto cuando sabía que nunca en mi vida había sido buena para saltar. Creo que trataba de llenar un espacio -rió de repente-, fui popular entre las chicas por dos días, pero luego noté que era demasiado esfuerzo. Era mejor siendo yo que siendo tú. Y te recordé. Ocurrieron algunas cosas gracias a eso. Luego me gradué.

Utena se acercó, puso las dos tazas de té en la mesa, se arrodilló delante de ésta, opuesta a donde Wakaba estaba también de rodillas, y la miró a los ojos. Estaba emocionada, era evidente. Wakaba sonrió.

-¿Cómo me encontraste, Wakaba?

-De verdad me subestimas -otra risita-. Bueno. Sólo usé la guía telefónica. Tu nombre no estaba en ningún lugar, pero "Himemiya Anthy" no es demasiado común. Heme aquí. ¿El apartamento es suyo?

Utena la estaba mirando con afecto, sonrisa no demasiado pronunciada, pero estaba ahí. De pronto pareció procesar la pregunta; bajó la mirada, como avergonzada, tosió y luego habló:

-Ah, sabes Wakaba, solo lo rentamos, y lo pagamos entre las dos -luego sonrió-. Bueno, ella gana más que yo. Pero yo compro la comida.

-Ajajajaja. Vaya, Utena, eres linda tratando de enmendar tu orgullo herido. Hm, Himemiya exitosa, eh. Debería sorprenderme, pero no lo hace.

Utena, con una sonrisa, miró su té, lo revolvió, no porque le hacía falta, sino simplemente para robar tiempo. Levantó la mirada hacia Wakaba de nuevo, se veía contenta, luego dijo:

-Has cambiado

-Tú también.

La taza de Utena aparentemente era muy interesante.

-Es cierto. Oye, no me has dicho qué haces.

- ¿Yo? Nada muy interesante. Conseguí trabajo ayudando en un periódico. Creo que seré periodista. De verdad me gusta.

-¡Vaya! ¿Periodista, Wakaba? No es Anthy la única a la que le va bien.

Wakaba sentía como el orgullo la invadía, pero no lo diría.

-¡No es la gran cosa! Aún no soy nada, sólo ayudo, pero el dinero me sirve para pagar algunas cosas. Creo que es lo que estudiaré. Me gusta el ambiente, y son muy amables conmigo. Además, ¡que puede hacer una chica cuando su novio la ha dejado por otra!

Utena casi escupió el té que bebía. El tono juguetón de Wakaba no se le había pasado.

-¡Oye! -dijo sonrojándose-. Tú no cambias.

Aparentemente no del todo, pensó Wakaba.

-Te extrañé, sabes -fue su respuesta.

Utena de nuevo revolviendo el té. Definitivamente había cambiado, más madura, pelo más corto. No podía decir demasiado de sus ropas, una simple remera holgada y unas bermudas. Algo con que se imaginaría a Utena.

-Estoy contenta. De que no me hayas olvidado.

Wakaba sonrió ampliamente.

-Esa no era una opción, Utena-sama.

ETA: última línea cambiada porque me dí cuenta que el diálogo era muy confuso. Y me gusta más así.